jueves, 22 de mayo de 2014

Sed de Mal (1958)

CURSO 2013-2014. SESIÓN 8

Título original: Touch of Evil.
Fecha de emisión: 23 de mayo de 2014, a las 17:00 horas.
Lugar: Salón de Actos del I.E.S. Cándido Marante Expósito.
Entrada gratuita. Proyección exclusiva para los miembros de la comunidad educativa del I.E.S. Cándido Marante Expósito. Largometraje expuesto en VO con subtítulos en español.
Presentación a cargo de Roberto A. Cabrera.




SINOPSIS

Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro.

TRÁILER





CRÍTICA

En un pueblo mexicano fronterizo con los Estados Unidos el policía Mike Vargas (Charlton Heston) acaba de contraer matrimonio con la norteamericana Susan (Janet Leigh). Cuando están a punto de iniciar su luna de miel se produce un grave atentado ocasionado por una explosión. Este hecho provoca que Vargas se una a la investigación del caso con Hank Quinlan (Orson Welles), un detective con antecedentes de corrupción y sistemas policiales faltos de integridad.

Intriga criminal establecida en la frontera entre México y los Estados Unidos que sirve al gran Orson Welles para ofertarnos una aguda penetración psicológica de un policía amargado por la pérdida de su esposa, quien en sus investigaciones en pos de la esclaración delictiva no escatimará ningún método probatorio, sea legal o ilegal.

     
                

Sólo el célebre primer plano secuencia con el que da inicio la narración, ornamentado por los acordes de la mágica composición del compositor Henry Mancini, vale por toda la filmografía completa de muchos directores.

Guión espléndido del propio Welles, basado en la novela "Badge of evil" de Whit Masterson, impresionante plantel de actores con pequeñas intervenciones de Marlene Dietrich o Dennis Weaver y atmosférica fotografía de Russell Metty para una trama desarrollada por la alucinógena y barroca narración del genio, en la cual encontramos sus bizarros encuadres que sirven para acentuar las características de personajes y situaciones, su clásico empleo del gran angular, las reminiscencias del expresionismo alemán en su persistente contraste entre luces y sombras que enrarecen un ambiente significado por la putrefacción moral, una extraordinaria utilización de la puesta en escena y unos impactantes y nada gratuitos movimientos de cámara que hacen de esta película una experiencia casi mística en la comunión con el entramado técnico de la cinematografía.

Cualquier presunta innovación actual en el planteamiento narrativo y estilístico se convierte de inmediato en una antigualla en comparación con la modernidad que destila esta gema del año 1958.

"Touch of evil", un título imprescindible para cualquier amante del séptimo arte.