Título original: Hæven.
Fecha de emisión: 14 de noviembre de 2014, a las 18:00 horas.
Lugar: Salón de actos del I.E.S. Cándido Marante Expósito.
Entrada gratuita. Proyección exclusiva a los miembros de la comunidad educativa del I.E.S. Cándido Marante Expósito.
Largometraje expuesto en VO con subtítulos en español.
Presentación a cargo de Roberto A. Cabrera.
Anton es un médico que divide su tiempo entre una idílica ciudad danesa y un campo de refugiados en África, donde ejerce su profesión. Anton y su esposa, padres de dos hijos, están separados y se plantean el divorcio. Elias, el mayor de sus hijos, entabla una estrecha amistad con Christian, un chico que acaba abandonar Londres para establecerse con su padre en Dinamarca. Sin embargo, Christian involucra a Elias en una peligrosa revancha que, además de poner a prueba su amistad, puede tener inesperadas consecuencias.
TRÁILER
CRÍTICA 1
Cada película de Susanne Bier es como una bomba de emociones y una llamada a las conciencias, tanto por los duros temas que aborda como por la facilidad para penetrar en el interior de los personajes y llegar al espectador. Sus historias son dramas intensos con situaciones límite que miran a la muerte como elemento dinamizador, y que dan cobijo a personajes en conflicto consigo mismos y con el entorno. De nuevo, “En un mundo mejor” nos presenta a una familia rota por el cáncer y a otra por el divorcio… y que claman por una segunda oportunidad; a un chico enrabietado con la vida y dispuesto a vengarse de la injusticia, y a otro más inclinado a encajar los golpes que le llegan; y también a un padre dispuesto a ser valiente pero “no como un idiota” que se refugia en la fuerza, y a una sociedad que debe aprender a perdonar para creer en un mundo mejor.
Anton es un médico comprometido con un campamento africano de refugiados y también un esposo que necesita el perdón de su mujer Marianne. Uno de sus hijos se llama Elias y sufre el acoso escolar sin rechistar… siguiendo el ejemplo paterno de no responder con más violencia. En su soledad, Elias se hace pronto amigo del recién llegado Christian, que hace poco ha perdido a su madre por cáncer y que no es capaz de perdonar a un padre que le aseguró que no se iba a morir… ni al agresor que incordia a su amigo o al padre de éste. Christian ha optado por dar primero y más fuerte para que el otro no pueda responder, y por eso busca la complicidad de Elias para acabar de una vez por todas con la injusticia de quienes abusan de la fuerza… con sus mismas armas.
Susanne Bier sabe mover la cámara para crear un entorno que se convierte en torbellino emocional, y también fijarla en los rostros con primeros o primerísimos planos para capturar todo el sentimiento y dramatismo de unas almas llenas de dolor y necesitadas de paz. Sus personajes se ven envueltos en peleas de niños o en conflictos de mayores, y tratan de salir airosos con una palabra y una mirada de compasión o con un puñetazo de ira y venganza. A veces necesitan un poco de soledad y se retiran del bullicio… para sumergirse en las aguas refrescantes del mar, o para contemplar un atardecer o subirse a lo alto de una azotea desde la que divisar la ciudad. Les falta oxígeno para vivir, pero sobre todo necesitan alguien en quien confiar y abrir su alma. Son dramas íntimos que les hacen llorar, gritar, golpear… y heridas que sólo el amor y el perdón pueden curar. La directora danesa consigue esas inquietudes con una fotografía que carga las atmósferas, y con una banda sonora emotiva que emplea con eficacia el sonido y el silencio.
El hondo y conmovedor retrato de los personajes y de sus problemas viene secundado por una estupenda labor de casting y dirección de actores, y por unas interpretaciones de lujo. Mikael Persbrandt da vida a un padre ejemplar a pesar de sus debilidades pasadas, capaz de dar muestras de integridad como médico –magnífica es la escena en el campamento africano en que hace frente al monstruo y también a los refugiados– y como persona enfrentada a difíciles dilemas –en el taller de automóviles da una lección de valentía inteligente–. No menos fuerza tiene su mujer en la ficción, Trine Dyrholm, con una mirada profunda que refleja sufrimiento y ternura; o la pareja de Markus Rygaard y William Jøhnk Nielsen que muestra todas las carencias afectivas y el universo de soledad en el que pueden verse sumidos los niños.
Como en “Después de la boda”, “Cosas que perdimos en el fuego” o “Brothers (Hermanos)”, Susanne Bier vuelve a emocionarnos y hacernos reflexionar sobre el afecto y la soledad, el dolor y la muerte, la venganza y la violencia. Lo hace con una trabajo áspero y desgarrador que rebosa intensidad dramática y que está abierto a la esperanza, con historias muy humanas llenas de fuerza y donde los personajes pueden optar por comportarse como gallinas, como terroristas o como personas que saben perdonar.
Julio R. Chico (miradadeulises.com)
En una nación africana devastada por la guerra, el médico cirujano sueco Anton enfrenta un flujo constante de pérdidas y tragedias. En esos dos mundos distintos, él y su familia quedan atrapados en un conflicto que los lleva a escoger entre la venganza y el perdón.
De vuelta en Dinamarca, su esposa, de quien se está divorciando, le comenta su preocupación sobre los maltratos que su hijo Elías está sufriendo por parte de un compañero de clase. Todo cambia cuando sale a defenderlo Christian, un alumno nuevo recién llegado de Londres. Christian tiene dificultad en aceptar la muerte de su madre y, como consecuencia, atraviesa una fase agresiva que su padre Claus no logra controlar. La amistad entre Elías y Christian va a desencadenar la tragedia y, a la vez, la unión entre las dos familias.
Ganadora del Premio Oscar 2011 a la Mejor Película Extranjera, En un Mundo Mejor "trata sobre las limitaciones que encontramos al intentar controlar nuestra sociedad como controlamos nuestras vidas privadas. El filme plantea la pregunta de si nuestra cultura 'más avanzada' sirve de modelo para un mundo mejor o si la misma confusión encontrada en medio de la ilegalidad está oculta en nuestra civilización." (Susanne Bier, agosto de 2010)
El filme se estructura en torno a dos historias paralelas. Una de ellas transcurre en un campo de refugiados africanos en los que un perverso asesino, el Machão, corta a cuchillo el vientre de mujeres grávidas. A partir de allí queda planteada una situación violenta marcada por un desvío del flujo natural de la vida. De allí que las imágenes que sirven de fondo a los créditos de apertura, hagan referencia a la muerte, simbolizada en una tierra árida en la que yacen los restos óseos de animales muertos recientemente.
Aunque las dos historias transcurren en lugares diversos y sus actores son diferentes, existen algunos elementos unificadores que hacen las veces de puente: el primero y más evidente es Anton, este médico cirujano defensor de la no violencia. El cuchillo y la navaja, las armas con las que se perpetúan los crímenes en sendas historias, funcionan como el segundo elemento de nexo. El mismo conflicto existe tanto en la civilización occidental y cristiana como en los pueblos africanos, la misma violencia, la misma sed de venganza que lleva a más violencia y a más muerte, incluso de inocentes. El fallecimiento de la madre de Christian por causas naturales y el divorcio en curso de Anton y Marianne también son conflictos no resueltos, allí están amenazantes al igual que las nubes negras en el cielo, la tempestad y el viento azotando a los dos camaradas, Christian y Elías, en el inhóspito y frío invierno de Dinamarca.
El desenlace del conflicto iniciado por el Machão en África es diferente. La diferencia consiste principalmente en que aquí no hay arrepentimiento por el crimen cometido. Eso es lo que Anton finalmente comprende cuando lo expulsa del campamento, negándole así su protección: mientras no haya arrepentimiento no puede haber perdón. Entonces sólo después del linchamiento por parte de las familias de las víctimas, las fuerzas naturales retornan a su cauce. Las arañas tejiendo sus telas y los búfalos corriendo libres por las estepas así lo atestiguan. Un mundo mejor no es Europa o África, es el mundo donde triunfa el amor y el perdón, donde después de la sequía, renace la vida.
Adriana Schmorak Leijnse (cinecritic.biz)
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