Título original: Deux jours, une nuit.
Fecha de emisión: 17 de noviembre, a las 17:00 horas.
Lugar: Salón de actos del I.E.S. Cándido Marante Expósito.
Entrada gratuita. Proyección exclusiva para los miembros del I.E.S. Cándido Marante Expósito. Largometraje expuesto en VO con subtítulos en español.
Presentación a cargo de Roberto A. Cabrera.
SINOPSIS
Sandra dispone sólo de un fin de semana para ir a ver a sus colegas y convencerlos de que renuncien a su paga extraordinaria para que ella pueda conservar su trabajo. Su marido la acompaña para apoyarla.
TRÁILER
CRÍTICA 1: Marion Cotillard en un nuevo gran papel.
Llega a cartelera otra maravilla de los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne. Una de las mejores películas de 2014 que ofrece otra extraordinaria actuación de Marion Cotillard.
Quienes han aprovechado la oportunidad de seguir la filmografía de estos grandes cineastas (porque a Colombia han llegado casi todas sus películas) sabrán que ellos hacen dramas sencillos y contundentes en las que sus protagonistas son personas de clase social media.
Esta es una historia brillante, al límite de la ética: una trabajadora de una fábrica de paneles solares regresa de su incapacidad médica y descubre que su permanencia ha quedado en manos de sus compañeros de trabajo, a quien su empleador les ha ofrecido la oportunidad de votar si aceptar de nuevo su compañera, o repartirse sus labores y poder conservar así sus bonos anuales de 1000 euros. El dueño de la compañía vive momentos difíciles por la competencia asiática.
¿Hasta dónde llega la solidaridad humana? A Sandra, interpretada grandemente por Marion Cotillard – los hermanos Dardanne no suelen utilizar actores de gran fama para sus producciones, pero la decisión de optar por la actriz francesa se debe a la compleja naturaleza de esta historia -, le tocará convencer de casa en casa a sus compañeros para que voten a su favor en un último intento desesperado por conservar su puesto. Tragarse su orgullo y pedir la solidaridad de los demás.
El relato es un viaje con muchísimos altibajos emocionales. La situación es muy incómoda para su protagonista y su esposo, como para sus compañeros que ven en riesgo su ingreso anual extra. ¿Es ella o somos nosotros? Esa incomodidad se traslada al espectador: el moralista de entrada dirá que la solidaridad va primero, pero si se detiene a pensar en sus propias necesidades y sus ambiciones, quizá estando en esa situación lo primero que le aflore sea el egoísmo.
¿Sería capaz casi que de humillarse, ir de casa en casa rogando a sus compañeros para que cambien de opinión y así no dejar esfumar ese salario? La posición de Sandra, presionada un poco por su esposo y las necesidades del hogar la ponen en una circunstancia demasiado complicada que la debilitan física y emocionalmente. La construcción del personaje es impecable: Marion Cotillard se mete en la piel de esta mujer a punto de dejarse vencer, pero que aún así sabe que hay que tratar de mantener la calma, de superar el problema por su esposo y sus dos hijos. De callar, entender y tolerar las decisiones de sus compañeros.
Dos días, una noche es cine cotidiano, sencillo pero inmensamente trascendental, una revisión a nuestra naturaleza humana – a lo bueno y a lo malo -, a nuestra doble moralidad. A ratos resulta esperanzadora, a ratos dolorosa y hasta escalofriante.
Emotiva, reflexiva, intensa (gran ritmo y de justo metraje), compleja y con un contundente mensaje sobre la dignidad, Dos días, una noche es de las mejores películas de 2014 y otra gran joya de los hermanos Dardenne.
Sandra M Rios U (cinevistablog.com)
CRÍTICA 2:
El éxito de los hermanos Dardenne dentro del Festival de Cannes está más que consolidado. Los galardones que han conseguido van desde dos Palmas de Oro, Premio al Mejor Guión, el Gran Premio del Jurado y hasta dos Premios Ecuménicos. Tras el visionado de Deux jours, une nuit, todo apuntaba a que esta racha podría continuar. Parecía una apuesta segura. Un film con una importante lección sobre la moral y la dignidad personal frente a los intereses económicos es la envoltura perfecta para acercarnos un cine social sobre las dificultades económicas y laborales de la clase baja-media.
Este es el periplo de fin de semana que Sandra (Marion Cotillard) emprende junto a su marido, para intentar mantener su trabajo. Viajan de casa en casa para intentar convencer a sus compañeros de empresa para que voten por ella en vez de por la prima extra de salario a la que cada trabajador tiene derecho y así evitar que sea despedida. La tarea de convencer a una persona para que deje a un lado su beneficio económico y se sume al gesto de solidaridad para que Sandra conserve su puesto, no es tarea fácil. Tan difícil como lo tuvo el miembro del jurado interpretado por Henry Fonda en 12 hombres sin piedad (12 Angry Men, Sidney Lumet, 1957) al querer demostrar que los argumentos a veces no son tan evidentes como nos quieren hacer creer.
El filme nos presenta a Sandra como una mujer debilitada que quiere salir del agujero de depresión en el que se encuentra, enfrentada a un entorno que le supone una barrera. Tiene dos luchas. La interna, contra su baja autoestima, y la externa, en la que prima la supervivencia como madre de familia. La conclusión final se salda con un aplauso al unísono por parte del espectador, que está acostumbrado, por desgracia, a un sistema de nula catadura ética, corrompido por los intereses económicos.
África Sandonís (elespectadorimaginario.com)
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