Título original: Nightcrawler.
Fecha de emisión: 11 de diciembre, a las 17:00 horas.
Lugar: Salón de actos del I.E.S. Cándido Marante Expósito.
Entrada gratuita. Proyección exclusiva para los miembros del I.E.S. Cándido Marante Expósito. Largometraje expuesto en VO con subtítulos en español.
Presentación a cargo de Roberto A. Cabrera.
SINOPSIS
Tras ser testigo de un accidente, Lou Bloom (Jake Gyllenhaal), un apasionado joven que no consigue encontrar trabajo, descubre el mundo del periodismo criminalista en la peligrosa ciudad de Los Ángeles.
TRÁILER
CRÍTICA 1: Para auténticos caníbales de los telediarios
Lo mejor: la colleja a los medios de comunicación.
Lo peor: a veces se esfuerza mucho por ser cool.
El impulso inicial, prácticamente irrefrenable, es comparar al personaje de Lou Bloom (Jake Gyllenhaal) con el Travis Brickle de 'Taxi Driver' (Martin Scorsese, 1976). Los dos son criaturas que moran por la noche en la ciudad casi como una representación abstracta del desequilibrio, la soledad, la alienación y… el peligro. No obstante, esta correlación inicial se desdibuja a medida que conocemos más a este carroñero autodidacta de las noticias de sucesos. Este rondador nocturno es un trepa sin empatía ni moral, lo suficientemente desalmado como para triunfar el mundo del periodismo audiovisual a costa de las vidas humanas que sean. Así que los tiros, nunca mejor dicho, van por otro lado.
Fábula cruel sobre la mitificación de los triunfadores hechos a sí mismos, sobre el emprendimiento a cualquier precio y sobre el intrusismo en los medios de comunicación en esta era en la que cualquier chalado puede llevar una cámara encima, al fnal Nightcrawler se parece más a 'Network' (Sidney Lumet, 1976) que a 'Taxi Driver' (el personaje de Rene Russo y el de Faye Dunaway son de la misma ralea). Así que, aunque parezca un thriller estilizado con el mismo callejero de 'Drive' (Nicolas Winding Refn, 2011), en realidad este sobresaliente debut en la dirección de Dan Gilroy es un film de denuncia sobre la pornografía de la noticia de estos tiempos multipantalla.
Joan Pons (fotogramas.es)
CRÍTICA 2
Tony Gilroy, director de la buenísima Michael Clayton, produce la primera película de su hermano Dan, donde hace pleno escribiendo y dirigiendo ésta curiosa historia que ha llegado a confirmar a su protagonista para conseguir una nominación en los globos de oro como mejor actuación. Sin lugar a dudas es el año de Gyllenhaal que tiene en su haber dos grandes títulos si incluimos Enemy, aunque haya sido realizada en 2013. Es un acierto recuperar a la siempre sensual Rene Russo la cual parecía abocada al olvido tras ser devuelta al cine en la saga marvelinana, Thor. Pero más acierto supone realizar tu primera película y ofrecer un producto tan brillante como es Nightcrawler.
La cinta nos introduce a Lou Bloom, un hombre que es capaz de hacer lo posible, incluso robar, con tal de obtener un trabajo. Un hombre que parece un mero aficionado pero que tras los primeros minutos nos damos cuenta que su personalidad va arraigada a un carácter sociópata al no demostrar ninguna sensibilidad hacia los que le rodean y a lo que sucede a su alrededor, regocijándose incluso por el mal ajeno a cambio de obtener lo que busca.
La cinta trata en segundo plano sobre el periodismo más visceral, en busca de la noticia más alarmante, siendo el primero en las cadenas de televisión en publicar la imagen más morbosa con tal de subir la audiencia. Todo ésto se resume a la perfección en el film bajo una intensa fuerza de chantaje y amenaza por parte de sus protagonistas con tal de asegurarse un sitio en lo más alto. De éste modo podemos llegar a una evidente comparativa con la historia de Scarface, en la que un hombre de la nada, asciende poco a poco a lo más alto tras hacer los trabajos más sucios del mercado. Por supuesto, ésto supone tener que dejar de lado tus principios y sumirte en un regocijo personal que evidentemente no es bueno, lo cual te convierte en sociópata, tal y como hemos mencionado.
Hay escenas escalofriantes en la película, pero si tengo que elegir alguna que me ha llamado la atención es, curiosamente, un momento en el que el protagonista mira una cinta de Danny Kaye y se muere de risa e incluso vuelve la mirada como si alguien estuviese a su lado viendola. Se describe a la perfección su estado psicótico, siendo en sus momentos más serios realmente aterrador. La interpretación de Jake Gyllenhaal es sublime, no solo ha perdido peso en exceso, pareciendo consumido por su propia obsesión, sino que envuelve al espectador en todo momento con un papel absolutamente intrigante, de esos que encogen el pecho por el temor de saber qué será lo siguiente que está dispuesto a hacer su misterioso personaje. Sus diálogos, el chantaje al personaje de Rene y las conversaciones con su socio Rick son algunos de los momentos más acertados en lo que se refiere a guión ya que su personaje habla con una frialdad y una firmeza que da auténtico pavor. Sin lugar a dudas, Nightcrawler es una de las mejores películas del 2014 y muy a tener en cuenta dentro de ese oscuro género periodístico que ahonda en el morbo.
La banda sonora de James Newton Howard, habitual en el cine de Tony Gilroy y ahora de su hermano, es algo extraña. Por momentos, no encontramos el estilo del compositor ya que parece más cercano al trabajo de Cliff Martinez en cintas como Drive, por su clímax sintetizado en momentos como una de las escenas cumbres del final, donde acierta en sonoridad, aunque hay otras escenas en las que desentona, volviendo a su estilo, menos acertado, como lo que escuchamos poco antes de los créditos finales. Aun así no molesta y fuera de la película gusta. En resumidas, Nightcrawler no se olvidará, tanto por su contenido, como por la magnífica actuación de Gyllenhaal. Una maravilla vertiginosa que se mueve por los entramados más oscuros de ese mundillo televisivo y el pulso por la audiencia más visceral.
Dante Martín (cinebso.net)
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