Título original: Like crazy.
Fecha de emisión: 22 de enero, a las 17:00 horas.
Lugar: Salón de actos del I.E.S. Cándido Marante Expósito.
Entrada gratuita. Proyección exclusiva para los miembros del I.E.S. Cándido Marante Expósito. Largometraje expuesto en VO con subtítulos en español.
Presentación a cargo de Roberto A. Cabrera.
SINOPSIS
Anna (Felicity Jones), una joven británica que estudia en la universidad de Los Ángeles, se enamora de Jacob (Anton Yelchin), un joven norteamericano, pero ambos se ven obligados a separarse porque a ella no le renuevan el visado para permenecer en los EE.UU. Regresa entonces a Londres, de modo que la pareja se ve obligada a mantener su relación a distancia.
TRÁILER
CRÍTICA 1: I miss you...
Hubo un tiempo no muy lejano en que cine independiente era sinónimo de buen cine, propuestas arriesgadas y poca ambición comercial. Desde Sexo, mentiras y cintas de video (1989) de Steven Soderbergh, probablemente el título más emblemático de esta corriente, muchas han sido las satisfacciones que nos han llegado desde festivales como el de Sundance, creado para dar un mayor empuje a este tipo de ofertas. Pero también es cierto que el dinero todo lo corrompe y cada vez nos llegan más producciones que intentan vendernos la moto de estilo indie, pero acaban cayendo en los convencionalismos del cine más comercial.
Precedida de una sensacional acogida en Sundance 2011, donde se hizo con el Gran Premio del Jurado a la mejor película y el Premio Especial del Jurado, Like Crazy (2011) viene a dignificar una vez más el cada vez más previsible cine independiente americano. El director californiano Drake Doremus alcanza la madurez creativa con ésta, su cuarta película, un drama romántico protagonizado por una pareja de jóvenes, sin caer por ello en la ñoñería propia de productos más convencionales como Crepúsculo o las adaptaciones de las novelas de Nicholas Sparks. Sin duda, todo lo que presenciamos en esta visión amarga sobre el primer amor, resulta tristemente real y cada línea de diálogo, cada mirada o cada actitud de sus personajes, encuentran una rápida identificación en cualquier espectador que haya estado enamorado alguna vez. La historia nos presenta a Anna, una joven inglesa que estudia en la Universidad de Los Ángeles y que se enamora locamente de Jacob, un chico norteamericano. Todo es idílico en esta primera parte de la película, donde se describe a la perfección la excitación del primer amor, aquel que deja más huella en tantas personas. Pero como no todo puede ser azúcar, pronto surge el gran inconveniente que hará tambalear los cimientos de este amor: Anna tiene que volver a Londres porque no le renuevan el visado para permanecer en Estados Unidos. Como la pasión todo lo puede, los protagonistas deciden continuar la relación en la distancia, pero las cosas no serán tan sencillas como esperaban y deberán superar multitud de circunstancias para mantener esa llama viva.
El magnífico guión de Ben York Jones y el propio Drake Doremus sabe dosificar con gran habilidad los momentos más dramáticos para que la función resulte totalmente equilibrada. Like Crazy es una obra optimista en su primer tercio, casi una comedia romántica al uso (aunque con estética indie), para luego tornarse en un amargo melodrama, donde asistimos al deterioro de una relación. La distancia geográfica representa un problema que lleva a los dos personajes a tomar la drástica decisión de casarse para que ella pueda lograr su visado que la lleve de vuelta a Norteamérica, pero aparecerán otros daños colaterales como el desgaste de la pareja y la aparición de terceras personas en la vida de ambos. Hay que alabar fervientemente el gran acierto de casting a la hora de elegir a la pareja protagonista. Anton Yelchin, el protagonista del remake de Noche de miedo (2011) y, sobre todo, Felicity Jones, ganadora de los Premios a mejor actriz revelación en los Gotham y los National Board of Review, consiguen una química que traspasa la pantalla a base de encanto y naturalidad. Sus interpretaciones son la base sobre las que se cimenta este filme. No olvido destacar como tercera en discordia a la cada día más pujante Jennifer Lawrence, la chica del momento gracias a la exitosa saga de Los Juegos del Hambre y su nominación al Oscar por El lado bueno de las cosas. Su papel es bastante secundario, pero la actriz logra dejar constancia de su talento en los escasos minutos donde aparece.
Si en 2010, Derek Cianfrance ya había descrito con maestría los estragos del paso del tiempo en una relación de pareja en aquella otra joya, carne de Sundance, que fue Blue Valentine, con Ryan Gosling y Michelle Williams, Like Crazy podría considerarse su versión más juvenil. Tal vez no llegue a las cotas de descarnada desnudez de aquella, pero lo cierto es que la cinta de Doremus tampoco se queda en la superficie a la hora de escarbar en los estragos del desamor. Algo que queda perfectamente representado en la fenomenal escena final en la ducha, donde no se necesitan palabras para comprender que algo se ha quedado en el camino. Las fugaces imágenes de pasados tiempos felices se contraponen con la actitud más bien distante de los reconciliados amantes. Sin duda, a esas alturas de la película ya habían sucedido demasiadas cosas como para que ese amor juvenil que todo lo puede, sea siquiera la sombra de lo que fue. Cuando algo se rompe, por mucho que lo queramos reconstruir pegando los trocitos, nunca volverá a ser igual. Y ahí queda la historia de Anna y Jacob, grande en su pequeñez, agridulce como la vida misma y una cita ineludible para los amantes del mejor cine independiente americano.
José Antonio Martín (elantepenultimomohicano.com)
CRÍTICA 2: La distancia, el primer amor y la culpa.
Jacob (Anton Yelchin) es un joven norteamericano; Anna (Felicity Jones) una joven británica que estudia en la universidad de Los Ángeles. Se enamoran. Todo es idílico hasta que a Anna no le renuevan el visado de residencia. La pareja tendrá que separarse, pero están dispuestos a mantener su relación como sea.
Hasta aquí, no parece que 'Like Crazy' se distancie mucho de las típicas historias románticas sobre relaciones a distancia. Pero la película me ha parecido un drama romántico con un "algo" especial, que suelen tener bastantes películas del género que pasan por festivales como Sundance (ganó el Premio del Jurado en 2011). La naturalidad con la que está contada, la sencillez, y la química entre los actores... 'Like Crazy' me ha gustado.
La distancia hará que surjan dudas, que la seguridad y 'locura' del principio se tambaleen. Aunque lo que sienten el uno por el otro es muy fuerte; el dolor, la culpa o el resentimiento se mezclarán con el amor. La distancia parece debilitar su relación. Anna y Jacob intentarán salir adelante, mejorar en su trabajo, pensar en el futuro de forma individual, conocer a otras personas... Pero, al final, siempre habrá un objeto o una acción que les recordará que están hechos el uno para el otro, y que les dará suficiente fuerza para seguir luchando por su relación, pese a la distancia.
El director de la película, Drake Doremus, consigue que el espectador se implique en la historia y para ello, además de la posible identificación con los personajes, utiliza distintos objetos: una silla de madera que Jacob diseña exclusivamente para Anna, una botella de whisky, una pulsera que lleva grabada la palabra 'paciencia', o un ramo de flores fucsias que tarde o temprano Jacob acabará entregando a Anna. En el momento en el que esos objetos adquieren valor "emocional", se convierten claves de cara al desarrollo de la historia; y también a la hora de mostrar la evolución de la relación de la pareja.
Al principio de la película, el momento: "chica conoce a chico y se enamoran" puede que suceda demasiado rápido. El director opta por ir directo a la esencia: las dudas que surgen a la hora de afrontar una relación de ese tipo. El tratamiento o la forma en la que se muestra el paso del tiempo no está mal: montaje rápido de planos en una misma localización, o el uso de cámara rápida mientras un sujeto se mantiene estático: en la cama, en el salón, la espera en el aeropuerto... Esos momentos comienzan con la enamorada pareja, y terminan con el temor a que llegue el momento de la despedida, o la emoción del reencuentro.
El final me ha pillado desprevenida, me ha sorprendido por lo que me parece un punto a favor. No es el típico "happy ending", es abierto. Los personajes han luchado mucho por mantener su relación, y también han sacrificado muchas cosas por ello. Por eso, ambos tienen cierto sentimiento de culpa que no llegará a cicatrizar del todo, la duda de si ha merecido luchar por ello. Un final agridulce.
Aparentemente sencilla en su forma, es una película llena de detalles. La química entre los actores protagonistas es buena. Puede que la película tenga algún desliz narrativo que descoloque un poco, o que alguna que otra elipsis no funcione del todo bien y no sepamos muy bien cuanto tiempo ha pasado realmente entre los viajes de la pareja... Pero sin más, ya que la sensación que tengo tras ver 'Like Crazy' es la de haber visto un drama romántico diferente. Natural y sencillo. Recomendable.
Naiara González (comolohariawilder.blogspot.com)
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